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Oligarcas y funcionarios de amenaza principal a Moldavia Corruptas

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Bandera de MoldaviaPor Colin Stevens y Martin Banks
¿Puede Europa finalmente admitir que se estaba engañando a sí misma cuando se apresuró a firmar un acuerdo de asociación de Asociación Oriental con Moldavia? Los recientes acontecimientos en Moldova presionan urgentemente para que se haga tal confesión. De hecho, el Acuerdo otorgó acceso ilimitado a las arcas del Estado para dos oligarcas rivales, cada uno envuelto en la corrupción y el saqueo de los bienes del Estado.  

Europa calificó la historia de Moldavia como un éxito, pero la realidad es una decepción, el colapso del estado de derecho y la amenaza de disturbios civiles. Los llamados partidos proeuropeos que llegaron al poder en Chisiniau habían creado un sistema altamente corrupto que tenía como objetivo robar dinero y presupuestos estatales europeos. El poder en Moldavia pertenece a un pequeño grupo de oligarcas encabezados por "dos Vlads": Vlad Plahotniuc y el ex primer ministro Vlad Filat.

Filat, actualmente diputado despojado de su inmunidad, está acusado de estar directamente involucrado en el masivo escándalo de corrupción conocido como "el robo del siglo" luego de que se revelara que en 2014 mil millones de dólares - o el 15% por ciento del PIB - fue sacado misteriosamente de los tres principales bancos de Moldavia. Vlad Filat ha sido detenido y se ha iniciado una investigación penal, alegando cargos de corrupción cuando dirigía el Gobierno. El arresto de Filat es solo la punta del iceberg de un sistema político omnipresente y corrupto.

Durante los últimos seis años, Moldavia ha pasado por una desafortunada transición de ser aclamada como la "historia de éxito" de la Asociación Oriental a un "estado capturado", como lo expresó el secretario general del Consejo de Europa. La politización de las instituciones estatales se profundizó en 2009, año en que asumió el cargo una nueva coalición proeuropea con Filat como primer ministro. Las posiciones destacadas del Estado se distribuyeron entre los tres partidos gobernantes.

El escándalo bancario de mil millones de dólares fue solo el más dramático de muchos episodios de corrupción. Los años 2011-2013 fueron testigos de "ataques de invasores" a la economía que involucraron a jueces corruptos de Moldavia. En abril de este año, la empresa de investigación británica Kroll realizó un informe confidencial, que pronto se filtró, sobre el dinero faltante. Los jefes del Banco Nacional, el Centro Anticorrupción y el Servicio Secreto afirmaron que estaban perfectamente al tanto de los planes criminales y ya habían informado al Primer Ministro Filat y al Presidente Timofti.

Moldavia se enfrenta a la perspectiva de un "Estado fallido" si su joven sistema democrático permanece en manos de los oligarcas. La actual crisis del gobierno lo ha demostrado. Para no comprometer sus aspiraciones europeas, Moldavia debería, antes de que sea demasiado tarde, ponerse manos a la obra de erradicar la corrupción. El país debe pensar ahora en su seguridad democrática. Debe tomar medidas urgentes de inmediato para purgar a los funcionarios y jueces corruptos, arreglar el sistema bancario y llevar ante la justicia a los responsables del fraude bancario masivo.

La participación política debe eliminarse del sistema judicial, y se debe retirar la inmunidad de los fiscales estatales y los parlamentarios. Moldavia debería establecer sus principales agencias anticorrupción sobre una base independiente con poder claro y fuerza genuina. También debería imponer restricciones a la financiación de los partidos para debilitar el control de los poderosos oligarcas en la política, acabar con los monopolios de los medios y garantizar la libertad de prensa. Para facilitar este impulso positivo, la UE también debería admitir que, en la actualidad, la oferta proeuropea de Moldavia parece algo prematura y bastante contraeuropea. Mientras uno de los dos Vlads está en la cárcel, es obvio que Plahotniuc y similares ya no son bienvenidos en Europa.

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EU Reporter publica artículos de una variedad de fuentes externas que expresan una amplia gama de puntos de vista. Las posiciones adoptadas en estos artículos no son necesariamente las de EU Reporter.

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