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Cambio climático

Asia Central y Europa deben trabajar juntas para hacer frente a las consecuencias del cambio climático

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La inacción para abordar el cambio climático y sus consecuencias tendrá un impacto negativo en los estrechos lazos económicos, comerciales y de inversión entre nuestras regiones, así como entre nuestras poblaciones, dice el Ministro de Ecología y Recursos Naturales de Kazajistán Zulfiya Suleimenova.

La crisis climática está llegando a un punto de inflexión. El mes pasado, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas emitió una advertencia final a la humanidad, ya que el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero empuja al mundo al borde de un daño irreparable que solo una acción rápida y drástica puede evitar.

Junto con el resto del mundo, Europa y la región de Asia Central enfrentan una vulnerabilidad cada vez mayor al cambio climático, ya que las temperaturas más cálidas y los patrones climáticos más volátiles alteran los ecosistemas y aumentan la frecuencia de sequías extremas, inundaciones, olas de calor e incendios forestales.



Según el Banco Mundial, si no se toman medidas, se prevé que los daños económicos causados ​​por las sequías y las inundaciones en Asia Central alcancen el 1.3 % del PIB anual, mientras que el rendimiento de los cultivos se reducirá en un 30 % para 2050, lo que conducirá a a alrededor de 5.1 millones de migrantes climáticos internos en ese momento.

A los países europeos no les irá mejor. Sin adaptación, se espera que se pierdan más de 400,000 2050 puestos de trabajo anualmente para 170, y el costo total de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el clima alcanzará los XNUMX XNUMX millones de euros para fines de siglo.

Para evitar tales escenarios, Asia Central y Europa deben trabajar juntas para abordar las consecuencias del cambio climático.

Un camino diferente

No es un secreto que la economía de Kazajstán, el estado más grande de Asia Central, se ha basado en gran medida en la industria extractiva y los recursos petroleros. Sin duda, esto nos ayudó a recuperarnos después de que obtuvimos la independencia en 1991 tras el colapso de la Unión Soviética.

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Europa también ha hecho uso de nuestros recursos energéticos tradicionales. Kazajstán es el tercer mayor proveedor de petróleo de Alemania después de Noruega y el Reino Unido. Con más del 70 por ciento de nuestras exportaciones de petróleo destinadas a la UE (el seis por ciento de la demanda de petróleo de la UE), Kazajstán ya es el tercer mayor proveedor de la UE fuera de la OPEP.         

Sin embargo, el impacto del cambio climático significa que debemos tomar un camino diferente, uno que conduzca hacia el desarrollo sostenible y una economía verde. Este proceso puede acelerarse si Kazajstán y Europa unen sus recursos.

Como tal, un paso importante para alcanzar un futuro con bajas emisiones de carbono es reestructurar el sector energético e introducir alternativas de bajas emisiones. Esto requeriría acciones en dos direcciones: incorporar las energías renovables en el balance energético y garantizar el suministro sostenible de materiales para una transición energética sostenible.

Específicamente, en 2021, Kazajstán anunció su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (del nivel de 1990) en un 15 por ciento para 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060.

Esto no será sencillo, ya que nuestra dependencia de la energía tradicional es significativa. Sin embargo, Kazajstán también tiene un enorme potencial de energía renovable, en particular la eólica, que puede constituir la base de un futuro con bajas emisiones de carbono.

Kazajstán tiene como objetivo aumentar cinco veces la producción de energía a partir de energías renovables (del tres al 15 por ciento). Además, se ha fijado el objetivo de reducir la proporción de energía generada a partir del carbón en casi un 30 %, del 69 al 40 %. Las medidas de reducción se combinarán con esfuerzos destinados a aumentar la capacidad nacional de absorción de carbono mediante la plantación de dos mil millones de árboles para 2025.

Materiales para la transición.

Otra dirección importante es garantizar un suministro sostenible de materiales de tierras raras que son críticos para la transición ecológica. Kazajstán tiene grandes depósitos de oro, cromo, cobre, plomo, litio y metales de tierras raras cada vez más codiciados, esenciales para la fabricación de tecnología que va desde teléfonos inteligentes y turbinas eólicas hasta baterías recargables para vehículos eléctricos.

Mientras tanto, Europa está tomando medidas para diversificar sus cadenas de suministro de tierras raras. En noviembre pasado, al margen de la COP27 en Egipto, la Comisión Europea y Kazajstán firmaron un Memorando de Entendimiento para desarrollar suministros de magnates de tierras raras, cobalto, litio y polisilicio. El acuerdo contribuye a una transformación ecológica al centrarse en el desarrollo de un suministro seguro y sostenible de materias primas y refinadas, hidrógeno renovable y cadenas de valor de baterías.

Como destacó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, “un suministro seguro y sostenible de materias primas, materiales refinados e hidrógeno renovable es una capa clave para ayudar a construir una base nueva y más limpia para nuestras economías, especialmente a medida que nos alejamos de nuestra dependencia de los combustibles fósiles”.

La cooperación es crucial

Para dar el siguiente paso adelante, necesitamos construir redes, coaliciones y confianza entre otras partes interesadas. El Foro Internacional de Astana en junio brindará una buena oportunidad para esto.

Está previsto que el foro reúna a representantes gubernamentales de alto nivel de todo el mundo, así como a miembros de organizaciones internacionales y círculos empresariales, para discutir formas de afrontar los desafíos globales actuales, incluido el cambio climático y la seguridad energética.

La inacción para abordar el cambio climático y sus consecuencias tendrá un impacto negativo en los estrechos lazos económicos, comerciales y de inversión entre nuestras regiones, así como entre nuestras poblaciones.

Por lo tanto, es crucial que trabajemos juntos para construir la cooperación para la transición verde, que nos beneficiará a todos: Asia Central y Europa.

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EU Reporter publica artículos de una variedad de fuentes externas que expresan una amplia gama de puntos de vista. Las posiciones adoptadas en estos artículos no son necesariamente las de EU Reporter.

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