EU
#Comida: proteger a los agricultores y las pequeñas empresas de las prácticas comerciales desleales
Los agricultores y las pequeñas empresas de alimentos son vulnerables a las prácticas comerciales desleales. Los eurodiputados votan esta semana sobre nuevas reglas para ayudar a protegerlos.
Las prácticas comerciales desleales ocurren en todos los sectores, pero son especialmente problemáticas en la cadena de suministro de alimentos, ya que los productores agrícolas pueden verse sometidos a una presión económica indebida.
El martes 12 de marzo, los eurodiputados votaron una nueva directiva de la UE que apunta a garantizar un trato más justo para los agricultores y las pequeñas y medianas empresas de alimentos que son vulnerables a un trato injusto por parte de sus grandes socios comerciales, como supermercados o minoristas. Los proveedores más pequeños a menudo carecen de poder de negociación en las negociaciones con grandes compradores y pueden no tener compradores alternativos.
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Las prácticas comerciales desleales son prácticas entre empresas que se desvían enormemente de la buena conducta comercial y son contrarias a la buena fe y al trato justo. Por lo general, se imponen unilateralmente, por una parte más fuerte en lugar de una más débil.
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Pueden ocurrir en todas las etapas de la relación contractual: durante las negociaciones, a lo largo de la implementación del contrato o en la fase post-contractual.
El impacto de las prácticas comerciales desleales
Las prácticas comerciales desleales pueden:
- Amenazar la supervivencia de pequeños productores de alimentos;
- disuadir a las pequeñas empresas de acceder a nuevos mercados o invertir en nuevos productos y tecnologías;
- generar costos inesperados o ingresos menores a los esperados para el socio comercial más débil, y;
- Conduce a la sobreproducción y provoca desperdicio de alimentos.
Qué cambiarán las nuevas reglas
Las nuevas reglas establecen estándares de protección mínimos que prohíben prácticas desleales específicas para proteger a las empresas con una facturación inferior a € 350 millones. Esto se aplica a los productores, cooperativas, procesadores de alimentos y minoristas. Las normas también se aplican a proveedores no comunitarios.
Las reglas prohibirán:
- Pagos atrasados por alimentos perecederos;
- cancelaciones de última hora;
- cambios unilaterales o retroactivos a los contratos;
- obligando al proveedor a pagar por el desperdicio de productos, y;
- rechazo de contratos escritos.
Otras prácticas, como la devolución de productos no vendidos a proveedores, solo se permitirán si ambas partes lo acuerdan claramente.
Los países de la UE deben designar una autoridad pública para hacer cumplir las nuevas normas, que son competentes para llevar a cabo investigaciones e imponer multas en caso de infracción.
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Procesadores 300,000;
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2.8 millones de distribuidores y minoristas;
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11 millones de granjas, y;
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500 millones de consumidores.
Próximos pasos
Tanto el Parlamento como el Consejo deberán aprobar las nuevas normas antes de que puedan entrar en vigor.
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