Miembro de la Academia Robert Bosch Stiftung, Programa Rusia y Eurasia, Chatham House
Rally en apoyo de mantener Crimea como parte de Ucrania. Foto de Spencer Platt / Getty Images.

Rally en apoyo de mantener Crimea como parte de Ucrania. Foto de Spencer Platt / Getty Images.

La ocupación en curso de Rusia de la península de Crimea en Ucrania y el apoyo a las hostilidades separatistas en las provincias orientales de Donbas han resultado en 1.5 millones de desplazados internos, 3,000 civiles asesinados, y un creciente lista de presuntas violaciones del derecho internacional (Abre en ventana nueva) y dificultades socioeconómicas.

Pero Ucrania está luchando en sus esfuerzos por responsabilizar a Rusia, ya sea como estado o mediante responsabilidad penal individual, ya que no puede pedir unilateralmente a ningún tribunal internacional que emita un juicio general sobre el conflicto.

Por lo tanto, se centra en cuestiones más específicas, remitiéndolas a plataformas de arbitraje y adjudicación autorizadas, como el Corte Internacional de Justicia (CIJ), Tribunal Europeo de Derechos HumanosUNCLOS arbitraje, y la Corte Criminal Internacional (CPI). Estas opciones son limitadas, pero aún así vale la pena tomarlas, y su relevancia está demostrando ser mucho más amplia que el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Política de erradicación cultural.

En 2017, Ucrania inició procedimientos contra Rusia en la CIJ sobre la base de dos tratados internacionales: la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial (CERD), con respecto a Crimea; y el Convenio internacional para la represión de la financiación del terrorismo (ICSFT), con respecto a Donbas.

Según el CERD, Ucrania alega que Rusia ha llevado a cabo una política de erradicación cultural de tártaros de Ucrania y etnia de Crimea en Crimea, incluidas las desapariciones forzadas, la falta de educación en los idiomas tártaro de Ucrania y Crimea, y la prohibición de Mejlis, el principal órgano representativo de Los tártaros de Crimea.

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Bajo la ICSFT, Ucrania alega que Rusia ha apoyado el terrorismo proporcionando fondos, armas y entrenamiento a grupos armados ilegales en el este de Ucrania. En particular, Ucrania alega la responsabilidad del estado ruso, a través de sus representantes, por derribar el infame vuelo MH17.

Ambos tratados son vinculantes para Ucrania y Rusia y dan derecho a un Estado parte individual a remitir una disputa relacionada con ellos a la CIJ, pero primero se deben agotar ciertas condiciones previas de procedimiento. Estos incluyen un intento fallido de resolver una disputa ya sea a través de negociaciones o el Comité CERD (para el CERD) o negociaciones y arbitraje fallidos (para el ICSFT).

Rusia cuestionó el cumplimiento de Ucrania de las condiciones previas, pero la CIJ no estuvo de acuerdo con la afirmación de Rusia de que Ucrania tenía que recurrir tanto a las negociaciones como al Comité CERD. Por primera vez, el tribunal aclaró que estos procedimientos bajo el CERD eran dos medios para alcanzar el mismo objetivo y, por lo tanto, alternativos y no acumulativos.

Exigir que los estados hagan uso de ambos procedimientos antes de ir a la CIJ socavaría propósito del CERD para eliminar la discriminación racial de inmediatoy garantizar la disponibilidad de protección y recursos internos efectivos.

La relevancia de esta aclaración trasciende la disputa entre Ucrania y Rusia. Con el surgimiento de prácticas discriminatorias, desde la retórica populista llena de odio que pone en peligro a las comunidades vulnerables hasta la persecución a gran escala como la de los rohingyas, el principal órgano judicial de la ONU está enviando un mensaje claro y más amplio al mundo: tales prácticas son inaceptables y deben ser tratado con rapidez y eficiencia. Si los estados no lo hacen, ahora hay menos impedimentos de procedimiento para hacerlo internacionalmente.

La CIJ también confirmó que Ucrania había cumplido con ambas condiciones previas de procedimiento bajo el ICSFT y que emitiría un juicio sobre la supuesta falla de Rusia en tomar medidas para prevenir el financiamiento del terrorismo. El resultado de esto será de gran importancia para la comunidad internacional, dada la falta general de jurisprudencia internacional sobre cuestiones de terrorismo.

La interpretación de la corte del conocimiento y la intención en el financiamiento del terrorismo, así como la aclaración del término "fondos", es particularmente relevante tanto para el caso Ucrania-Rusia como para el derecho internacional.

Como el juicio final puede tomar varios años, la CIJ otorgó algunas medidas provisionales solicitadas por Ucrania en abril de 2017 (Abre en ventana nueva). El tribunal obligó a Rusia a garantizar la disponibilidad de educación en ucraniano y permitir el funcionamiento de las instituciones representativas de los tártaros de Crimea, incluido el Mejlis.

Cuándo Rusia impugnó las referencias de Ucrania (Abre en ventana nueva) al presunto Deportación ordenada por Stalin de los tártaros de Crimea (Abre en ventana nueva) y del estado de derecho en la Unión Soviética siendo hipócrita (Abre en ventana nueva)Al argumentar que la historia no importaba, el tribunal no estuvo de acuerdo.

De hecho, el juez James Crawford destacó la relevancia de la 'persecución histórica' de los tártaros de Crimea y el papel de Mejlis (Abre en ventana nueva) para avanzar y proteger sus derechos en Crimea "en el momento de la interrupción y el cambio".

Estas conclusiones son recordatorios importantes de que la herencia histórica de las injusticias infligidas a los grupos vulnerables debe tenerse en cuenta cuando las naciones abordan sus legados imperiales.

Las medidas provisionales del tribunal y la posición del juez Crawford son particularmente relevantes a la luz de La política rusa de la 'rusificación' total - territorial, histórica, cultural - de Crimea, ya que destacan el papel de los antecedentes históricos para evaluar la presunta política discriminatoria y procesal de las autoridades de ocupación de Rusia contra los tártaros de Crimea.

El juicio de la CIJ sobre los méritos de este, así como otros derechos humanos y cuestiones de terrorismo de Crimea y Donbas será una consideración importante para la comunidad internacional en su opinión sobre el conflicto armado Rusia-Ucrania y la política de sanciones contra Rusia.

El desarrollo de este caso también tiene un impacto catalizador en los esfuerzos de Ucrania para establecer a los responsables penales individuales de las atrocidades en Crimea y Donbas, a través de procedimientos internos y a través de la Corte Penal Internacional.