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¿Podría Jair Bolsonaro ser una bendición para el # comercio Brasil-UE?

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El polémico Jair Bolsonaro se convertirá en el 38.th presidente de brasil en el xnumxst Enero de 2019 tras una gran victoria en las elecciones del mes pasado. A menos de mes y medio hasta que asuma el cargo, muchos expertos predicen que su nombramiento tendrá importantes ramificaciones para la economía latinoamericana, pero ¿qué pasa con la UE? ¿Podría el populista Bolsonaro crear oportunidades para el comercio europeo? - escribe Leonardo González Dellan.

Bolsonaro planea implementar uno de los mayores cambios de política exterior de Brasil en décadas, que apunta a revisar dos acuerdos multilaterales fundamentales para las relaciones entre Brasil y la UE. Su perspectiva es, sin duda, más global que la de su oposición electoral, pero con su política que genera incertidumbre y división, la pregunta sigue siendo si la UE se beneficiará de esta inestabilidad.

Primero, Bolsonaro y su homólogo argentino, Mauricio Macri, desean revisar Mercosur en un intento por crear una mayor flexibilidad y libertad al crear acuerdos comerciales bilaterales. Desconfiando de la burocracia que podría traer el bloque, Bolsonaro ha declarado que a Brasil le gustaría ver que se eliminen las restricciones al comercio fuera del bloque comercial sudamericano. Si la promesa se convierte en política, la probabilidad de completar el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, que ha estado en marcha durante dos décadas, disminuirá a casi nada, ya que un avance exigirá el cumplimiento de todos los estados, especialmente los dos que constituyen el 95% de El PIB del bloque. Es casi seguro que este será el último clavo en el ataúd del acuerdo comercial, que después de tantas negociaciones probablemente causará cierta molestia entre el equipo comercial de la UE.

Sin embargo, a pesar de haber sacado las narices de su propuesta contundente al Mercosur, puede haber algo de verdad en la idea de Bolsonaro de que un acuerdo comercial entre la UE y Brasil sería mucho más fácil que uno entre la UE y el Mercosur. La UE y Mercosur han luchado durante algún tiempo para lidiar con los detalles más finos del acuerdo propuesto, al no llegar a un acuerdo sobre la exportación de carne y los acuerdos de importación de automóviles. Reducir la complejidad y permitir un acuerdo UE-Brasil, como el acuerdo UE-México de abril de este año, significaría que Brasil se beneficiaría antes, sin embargo, a expensas de la cooperación con socios más pequeños del Mercosur, como Paraguay.

Bolsonaro, al igual que Trump, también es muy crítico con el Acuerdo Climático de París y ha amenazado con retirar a Brasil por completo si es elegido. Aunque no es un problema comercial directo, esto tendrá ramificaciones para las relaciones entre Brasil y la UE, ya que la UE cree que la cooperación económica y el desarrollo van de la mano con los "altos estándares ambientales". La retirada del acuerdo no prohibirá el comercio como tal, pero hará que la cooperación entre ambos grupos de líderes sea mucho más compleja.

Lo que puede ser una buena noticia para la UE es que Bolsonaro busca reformar la economía de Brasil lejos del estatismo y el proteccionismo y hacia un modelo más liberal. Brasil es conocido por su economía cerrada y se considera una anomalía dentro de la OCDE debido a sus aranceles anormalmente altos. El informe 2018 de la OCDE indicó que Brasil tenía una tarifa externa promedio de 13.5%, así como el nivel más bajo de integración comercial en la organización. Bolsonaro, impulsado por su asesor económico liberal Paulo Guedes, busca reformarlo mediante la reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias. Además de esto, Bolsonaro rechaza la doctrina de la cooperación Sur-Sur que ha prevalecido tanto en la agenda del partido de los trabajadores (PT), que estuvo en el poder desde 2002 hasta 2016. En una reciente entrevista de radio, dijo que quería que Brasil se abriera al "primer mundo" y desea comerciar más con los países desarrollados en lugar de con los países vecinos y en desarrollo.

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Esto debe ser visto como un signo positivo para la UE. El informe de la Comisión de la UE sobre Brasil afirma que "alienta a Brasil a reducir las barreras arancelarias y no arancelarias ya promover un entorno regulatorio más abierto y estable para los inversores y comerciantes europeos" y Bolsonaro puede estar haciendo precisamente eso con las reducciones arancelarias propuestas. En la actualidad, la UE es el mayor socio comercial de Brasil, ya que representa el 18.3% del comercio total, y esta cifra se espera que aumente en los próximos años. Si bien esto sería a expensas del comercio con América Latina y el 'Sur Global', un mayor énfasis en el comercio con el mundo desarrollado es sin duda una buena señal para los inversores y comerciantes de la UE.

Populistas como Bolsonaro son maestros de la retórica drástica y ardiente, y queda por ver si sus promesas de reforma y liberalización se harán realidad. Sin embargo, lo cierto es que una liberalización en la política comercial de Brasil tiene el potencial de funcionar a favor de la UE.

 

 

 

 

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EU Reporter publica artículos de una variedad de fuentes externas que expresan una amplia gama de puntos de vista. Las posiciones adoptadas en estos artículos no son necesariamente las de EU Reporter.

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