Eurociudades
Un llamado a favor de sistemas alimentarios sostenibles: las ciudades lideran la revolución alimentaria
A medida que enfrentamos desafíos globales cada vez más urgentes, incluidos el cambio climático, la urbanización y la creciente desigualdad, Europa debe transformar sus sistemas alimentarios para garantizar la resiliencia, la sostenibilidad y la inclusión. escribe Anna Scavuzzo, vicealcaldesa de Milán y comisaria en la sombra de Eurocities para sistemas alimentarios sostenibles, y David Dessers, vicealcalde de Lovaina y comisario en la sombra de Eurocities para sistemas alimentarios sostenibles.
El Diálogo Estratégico para la Agricultura, convocado por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue diseñado para despolarizar los polémicos debates en torno a la alimentación y la agricultura.
Reunió a una amplia gama de partes interesadas que adoptaron por unanimidad un conjunto integral de recomendaciones para el futuro de los sistemas alimentarios de Europa. Estas recomendaciones ofrecen una visión audaz para el período 2035-2040, en el que los sistemas alimentarios europeos prosperarán dentro de los límites planetarios y proporcionarán alimentos nutritivos, sostenibles y asequibles para todos.
Es alentador ver que empresas, investigadores, ONG y grupos de pequeños y grandes agricultores piden unánimemente un cambio real en nuestros sistemas alimentarios europeos. Tienen razón, debemos actuar ahora. Sin embargo, esta visión no se puede hacer realidad sin las ciudades.
Las ciudades están preparadas para liderar, pero necesitan apoyo
Las áreas urbanas albergan a más del 75% de la población de Europa y están en la primera línea de la innovación del sistema alimentario. Milán, como coordinador del Rutas de comida El proyecto ha revolucionado la restauración escolar, reduciendo un 2% las emisiones de CO42 entre 2015 y 2021, disminuyendo el uso de plástico y el desperdicio alimentario y fomentando hábitos alimentarios saludables entre los más jóvenes de la ciudad.
Proyectos como Food Trails han brindado a las ciudades la oportunidad de desarrollar sus políticas alimentarias y mostrar cómo las implementan de maneras que benefician a las personas, el planeta y la economía local.
Lovaina ha tomado medidas importantes para acortar su cadena de suministro de alimentos. La ciudad es accionista de una innovadora plataforma en línea que conecta a los agricultores locales directamente con los restaurantes y supermercados, garantizando así que los productos frescos y locales lleguen a los consumidores de forma más eficiente.
Al eliminar a los intermediarios, Lovaina apoya a los agricultores y, al mismo tiempo, construye un sistema alimentario más resistente y sostenible. La ciudad también ha adoptado como política utilizar tierras agrícolas de propiedad municipal para proyectos agrícolas innovadores y sostenibles, presentados por los ciudadanos.
Estos ejemplos muestran el potencial que tienen las ciudades para impulsar cambios significativos en los sistemas alimentarios de Europa. Sin embargo, las autoridades locales a menudo se enfrentan a obstáculos, como reglamentaciones obsoletas, falta de financiación y coherencia política insuficiente, que limitan el alcance de sus ambiciones.
Una visión para el futuro alimentario de Europa
Para hacer frente a estas barreras, el Diálogo Estratégico pide que los alimentos se consideren una fuerza unificadora que salva las brechas rurales y urbanas, conecta a los productores con los consumidores y fortalece los vínculos sociales. Esto se alinea perfectamente con el trabajo que ciudades como la nuestra ya están realizando.
A través de iniciativas como Food Trails y redes como Eurocities y el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, las ciudades han adoptado un enfoque colaborativo en materia de políticas alimentarias, compartiendo las mejores prácticas en materia de compras públicas, sostenibilidad y reducción del desperdicio de alimentos, entre otros.
Debemos actuar para que los consumidores puedan optar fácilmente por una dieta saludable y sostenible, y las ciudades tienen un papel importante que desempeñar. Mediante la inversión en mercados urbanos, políticas de planificación innovadoras y adquisiciones públicas ambiciosas, las ciudades pueden acercar a las personas alimentos beneficiosos para el planeta.
También hay un número creciente de ciudades que involucran directamente a sus ciudadanos en las decisiones sobre sus sistemas alimentarios a través de consejos de políticas alimentarias y enfoques participativos.
La UE debe dar a las ciudades un lugar en la mesa
De cara al futuro, felicitamos a Christophe Hansen por su nombramiento como Comisario designado de Agricultura y Alimentación, y a Olivér Várhelyi como Comisario designado de Salud y Bienestar Animal.
Esperamos que su liderazgo aporte energía renovada a la transformación de los sistemas alimentarios de Europa y esperamos que nuestra colaboración sea positiva.
Sin embargo, nos preocupa que los sistemas alimentarios urbanos, que desempeñan un papel fundamental en la alimentación de la mayoría de los ciudadanos europeos, no estén contemplados explícitamente en sus carteras. Instamos a ambos comisarios a que reconozcan la importancia de las ciudades a la hora de dar forma a los sistemas alimentarios sostenibles.
Como afirmó la presidenta von der Leyen durante el anuncio del nuevo Colegio de Comisarios, el trabajo del Comisario Hansen estará “guiado por las recomendaciones del Diálogo Estratégico para la Agricultura”, que debería servir de base para transformar los sistemas alimentarios de Europa.
Estas recomendaciones reflejan la necesidad urgente de un enfoque holístico que integre la sostenibilidad, la salud y el bienestar de todos los ciudadanos.
Creemos, sin embargo, que en esta agenda se debe hacer mayor hincapié en la importancia de los ciudadanos, su salud y sus valores. Un sistema alimentario que funcione verdaderamente para Europa debe priorizar la salud pública, la sostenibilidad medioambiental y la preservación de las culturas alimentarias locales.
Por ello, pedimos a la UE que integre formalmente a las autoridades locales en la propuesta Junta Europea de Sistemas Agroalimentarios. Las ciudades deben estar en el centro de los debates sobre cómo transformar la producción, la distribución y el consumo de alimentos en todo el continente.
Además, es necesario ampliar los mecanismos de financiación europeos para apoyar las innovaciones locales. Como se destaca en el Diálogo Estratégico, las ciudades necesitan recursos financieros específicos para implementar políticas alimentarias sostenibles, crear laboratorios vivos para la experimentación e impulsar la innovación social necesaria para la transformación de los sistemas alimentarios.
Un tiempo para la unidad y la acción
Lo que está en juego nunca ha sido tan importante. Mientras Europa atraviesa múltiples crisis y lidia con debates polarizados sobre los sistemas alimentarios, está claro que ahora es el momento de actuar.
Debemos centrarnos en soluciones integrales que promuevan la cooperación en lugar de la competencia, y las ciudades están en una posición única para superar esta brecha.
Debemos aprovechar esta oportunidad para rediseñar nuestros sistemas alimentarios de una manera que sea inclusiva, sostenible y resiliente. Las ciudades están preparadas y dispuestas a liderar el camino, pero necesitan el apoyo de las instituciones europeas para hacerlo de manera eficaz.
Aprovechando el poder colectivo de las ciudades, las comunidades rurales y los responsables políticos europeos, podemos construir un sistema alimentario que beneficie a todos.
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