Economía
¿Pueden las nuevas normas sobre pagos instantáneos de Europa convertir la regulación en oportunidad?

Mientras Europa se prepara para la entrada en vigor del Reglamento sobre pagos instantáneos (IPR) en enero de 2025, la promesa de transferencias instantáneas en euros en cuestión de segundos ofrece una comodidad inigualable, pero también graves riesgos, escribe Peter Reynolds, director ejecutivo de ThetaRay (en la foto).
Para los bancos y los proveedores de servicios de pago (PSP), el desafío no es solo procesar los pagos más rápido, sino garantizar que los sistemas de defensa que los protegen contra los lavadores de dinero y los terroristas que intentan aprovechar la velocidad del sistema puedan seguir el ritmo.
La normativa exige que todos los pagos se procesen de forma instantánea, no cuesten más que las transferencias estándar y cumplan con estrictas normas contra el blanqueo de dinero y el control de sanciones. Estas medidas tienen por objeto crear una red de pagos fluida, segura y transparente en toda Europa. Pero mover dinero en segundos también aumenta los riesgos, lo que obliga a las instituciones financieras a adoptar tecnologías más inteligentes y prácticas de seguridad más estrictas.
Al igual que el anterior sistema de transferencia de crédito instantánea SEPA, que permitía pagos casi instantáneos, el IPR establece un estándar más alto para el cumplimiento financiero. Los PSP en Europa deben fortalecer la forma en que verifican a los clientes, rastrean las transacciones y confirman las identidades de los destinatarios de los pagos. Estos no son solo requisitos regulatorios: son pasos esenciales para ganar la confianza de los clientes y seguir siendo competitivos en un mercado abarrotado.
Para cumplir con la normativa, los PSP necesitan sistemas que puedan verificar la identidad de los clientes con controles de seguridad adicionales, como la autenticación biométrica y la verificación multifactorial. También deben utilizar servicios de verificación del beneficiario (VoP), que confirman que la persona que recibe un pago es quien dice ser. Saltarse estos pasos podría exponer a las instituciones a delitos financieros y a severas multas regulatorias.
Los sistemas de cumplimiento más antiguos, diseñados para pagos más lentos, no pueden seguir el ritmo de las transferencias instantáneas. Con el IPR, los bancos y los proveedores de servicios de pago deben utilizar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) para monitorear las transacciones y detectar actividades sospechosas en tiempo real.
La IA puede detectar patrones inusuales, como transferencias diseñadas para eludir la detección o dinero enviado a regiones de alto riesgo. Estos sistemas pueden marcar transacciones cuestionables en cuestión de minutos, lo que brinda a los bancos la capacidad de detección temprana para evitar la escalada de delitos financieros.
La verdadera ventaja de la IA reside en su capacidad de adaptación. A diferencia de los sistemas más antiguos que dependen de reglas fijas que necesitan actualizaciones constantes, las soluciones impulsadas por IA aprenden de los nuevos datos y de las tácticas cambiantes de los delitos financieros. Esto las hace cruciales en un entorno que cambia rápidamente y en el que los delincuentes siempre encuentran nuevas formas de explotar el sistema.
La IA también ayuda a automatizar gran parte del proceso de cumplimiento normativo. Mejora la priorización de los casos de alto riesgo, reduce las falsas alarmas, garantiza la precisión de los informes regulatorios y procesa miles de transacciones rápidamente, tareas que abrumarían a los equipos humanos. La automatización se ha vuelto esencial a medida que aumentan los volúmenes de transacciones.
“La velocidad es irrelevante si se va en la dirección equivocada”, dijo Mahatma Gandhi. Esta idea resuena con fuerza en el mundo del cumplimiento financiero. Las transacciones rápidas deben ir acompañadas de procesos de control y selección rápidos y precisos. Hacerlo mal puede significar sanciones regulatorias, demoras costosas y daños a la reputación de una empresa. Pero lo más importante es que puede limitar el crecimiento. Más allá de una mayor supervisión, los reguladores históricamente han limitado el crecimiento de las instituciones financieras durante varios años después de fallas en el cumplimiento.
Los bancos y los proveedores de servicios de pago deben adoptar un enfoque basado en el riesgo para el cumplimiento normativo. Esto implica evaluar las transacciones en función de factores como el monto del pago, la ubicación y quién está involucrado. Los pagos de bajo riesgo entre bancos confiables deben procesarse de inmediato, mientras que las transacciones más riesgosas (como las transferencias transfronterizas que involucran a entidades desconocidas) deben generar controles adicionales.
Para gestionar esto, los sistemas de cumplimiento necesitan herramientas de detección en tiempo real impulsadas por IA y flujos de trabajo automatizados. Estos sistemas deben gestionar miles de pagos por segundo, garantizando que cada transacción se evalúe sin causar demoras. Hay mucho en juego: la confianza del cliente, el cumplimiento normativo y la eficiencia operativa dependen de que esto se haga bien.
Si bien la propiedad intelectual impone reglas estrictas, también ofrece oportunidades de crecimiento. El cumplimiento no debe verse como un simple obstáculo regulatorio: puede ser un activo comercial estratégico. Al crear sistemas de cumplimiento sólidos, los PSP pueden mitigar el riesgo, ganar la confianza de los clientes y desbloquear nuevas fuentes de ingresos.
Ante la inminente implementación de la IPR, las instituciones financieras deben actuar ahora. Deben evaluar sus sistemas actuales, invertir en tecnologías de cumplimiento impulsadas por IA y capacitar al personal sobre las últimas normas y herramientas. Pasar del simple monitoreo de transacciones a la elaboración completa de perfiles de riesgo de los clientes será esencial para mitigar los riesgos y detectar los delitos financieros lo antes posible.
El futuro de los pagos es instantáneo, y también lo deben ser las defensas que los protegen. En un mundo en el que el dinero se mueve en segundos, las instituciones financieras no pueden darse el lujo de reaccionar con lentitud. El éxito implica anticipar los riesgos, adaptarse rápidamente y crear sistemas que inspiren confianza. Quienes estén preparados para afrontar este desafío no sólo sobrevivirán al escrutinio regulatorio, sino que liderarán el camino hacia la creación de un futuro financiero más seguro, próspero y confiable.
Peter Reynolds es el director ejecutivo de ThetaRay y la fuerza impulsora detrás de la visión de la empresa de convertirse en el estándar de la industria en AML impulsado por IA. Es un consumado ejecutivo de tecnología financiera con amplia experiencia en la creación de organizaciones de alto rendimiento y clase mundial.
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